domingo, 8 de mayo de 2011

Tomar los alimentos según manda el Apóstol 2

ESCOGIENDO LOS ALIMENTOS

Aconseja el Apóstol un especial
cuidado en la elección de los alimentos que han de servirse en una mesa cristiana. No todos los alimentos sirven. No todos.

Han de ser elegidos con suma atención, fijándonos en su aspecto, textura, color, olor y precio, escogiendo los más caros si tuviéramos dudas, porque este sacrificio será muy del gusto del Apóstol. Mientras se eligen los alimentos en el colmado, siempre debe musitarse alguna breve oración, sin que nadie se percate, por ejemplo el Avemaría, el Padrenuestro u otra dedicada al Beato Juan Pablo II, y repetir la letanía “estoy escogiendo los alimentos. Oh, Apóstol”.

Es necesario preguntarse, porque así lo desea el Apóstol, si los alimentos que estamos escogiendo están debidamente purificados. ¿Darías a tu familia unos alimentos que no estuvieran purificados?, ¿te parecería bonito? Pues entonces escógelos con primor, fijándote bien en las posibles impurezas y rechazando aquellos alimentos que pudieran no estar purificados como manda el Apóstol.

Estas pautas me las revela el Apóstol a mí directamente. No provienen de mi iniciativa propia.

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