jueves, 31 de mayo de 2012

Expulsar al Apóstol de tu vida

El Apóstol me encomienda que transmita unas palabras a través de esta, su página web, para alertar a los fieles del peligro de expulsar al Apóstol de sus vidas, de sus corazones, de sus oraciones o de sus sitios de Internet.

Unas semanas ha que en un sitio web, habitado por el Demonio en su misma persona, se censura y se persigue con saña al Apóstol como se persiguió a los primeros cristianos, vetando sus intervenciones a través de mí, su humilde portavoz, o llamando locura a lo que solo es celo en difundir los sagrados preceptos de nuestro Apóstol.

Quien así obra abusa de la libertad que ha recibido del Cielo y de seguro que no purifica los alimentos antes de ingerirlos ni recita un Padrenuestro antes de comenzar a comer con su familia. Se empieza por descuidar lo pequeño y se acaba por blasfemar pretendiendo censurar lo que el Apóstol quiere decir al mundo por mi conducto humilde.

El Apóstol amenaza con castigo severo a los descarriados que teniendo formación cristiana y dones para discernir se empeñan en hacer oídos sordos a lo que el Apóstol manda y taponan también los oídos de los demás creyentes. Solo queda rezar la Salve con energía y pedir por sus almas, pues el Apóstol es severo pero a la vez misericordioso.