martes, 7 de junio de 2011

El Apóstol vigila cómo tomas los alimentos

¿Acaso crees en tu ingenuidad que el Apóstol en persona no te vigila mientras ingieres los alimentos? No debes ser tan inocente de suponer algo así y dedicarte a tomar los alimentos de cualquier manera, sin rezar una oración sencilla al sentarte a la mesa (sirven el Avemaría y el Padrenuestro, si son los dos, mejor) o incluso sin asegurarte de que están debidamente purificados. Ello ofende al Apóstol, que mira fijamente con atención todos tus actos cotidianos: cómo te levantas, cómo trabajas, cómo vas al baño, cómo duermes y, por supuesto, cómo tomas los alimentos.

¡Precaución!
Sigue los consejos del Apóstol al ingerir tus alimentos y con ello mejorarás como persona y como discípulo del Apóstol. Porque deseas ser discípulo del propio Apóstol, ¿no es así?